martes, 28 de abril de 2015

Cheiro de goiaba segunda parte final, sobre el escritor Gabriel García Márquez



Retomando el posteo de Cheiro de goiaba sobre el escritor colombiano pasamos a esta segunda parte donde nos habla un poco de su obra bajo las preguntas que le hace el periodista.
¿Si cada escritor fuera a escribir en la vida tomando en cuenta toda su obra un único libro, cuál sería el tuyo? ¿El libro de macondo?
Gabriel responde_ Usted sabe que no es eso, solo dos de mis novelas, la hojarasca y cien años de soledad y algunos cuentos suceden en Macondo los otros tienen por escenario otros pueblos de la costa Colombiana, un pueblo sin tren ni olor a banana, _ Le pregunta entonces el periodista_ ¿Si no es el libro de Macondo, cual sería ese libro único de usted?
Gabriel responde_ El libro de la soledad, si ves bien el personaje central de la hojarasca es un hombre que vive y muere en la más absoluta soledad. La soledad está también en el personaje de el coronel no tiene quien le escriba, el coronel con su mujer y su gallo, esperando todos los viernes una pensión que nunca llega, y esta también la soledad en el intendente de la mala hora que no consigue ganarse la confianza del pueblo y experimenta a su manera la soledad del poder y la soledad también es el tema principal en el otoño del patriarca y de cien años de soledad.
¿Cuál es de tu obra entera el libro más importante?
Gabriel responde_ Literariamente hablando, el trabajo más importante el que me puede salvar del olvido es el otoño del patriarca, además porque es el libro que yo siempre quise escribir y además es en el que lleve más lejos mis confesiones personales.
¿Es curioso, usted nunca cita entre los mejores libro cien años de soledad, libro que muchos críticos consideran insuperable, tienes por el tanto rencor?
Tengo si, estuvo a punto de arrasarme la vida, después de publicado nada fue igual que antes.
¿Por qué?
_ Porque la fama perturba el sentido de la  realidad, casi tanto como puede y aparte de eso es una amenaza constante a la vida privada, infelizmente nadie cree en eso hasta que lo sufre en la propia piel.
¿Tal vez el suceso conseguido con el no le parezca justo en relación al resto de su obra?
No es como decía usted hace un momento el otoño del patriarca es un trabajo literario más importante pero habla de la soledad del poder y no de la soledad de la vida cotidiana, lo que se cuenta en cien años de soledad se parece con la vida de todos, está escrito de una manera simple, fluida, lineal y diría que superficial.
¿Usted parece despreciarlo?
No mas el hecho de saber que está escrito con todos los trucos del oficio y de la vida me hace pensar, desde antes de escribirlo, que pudiera superarlo, derrotarlo.
¿Cuál fue tu propósito, cuando te sentaste a escribir cien años de soledad?
_Darle una salida literaria, integral, para todas las experiencias que de algún modo me hubieren afectado durante la infancia.
_Dice el periodista_  Muchos críticos ven en el libro una parábola o alegoría a la historia de la humanidad.
_Gabriel responde_  No, yo solo quise dejar un testimonio poético del mundo de mi infancia, que como usted sabe, transcurrió en una casa grande, muy triste, con una hermana que comía tierra y una abuela que adivinaba el futuro y numerosos parientes de nombres iguales que nunca hicieron mucha distinción entre la felicidad y la demencia.
_Los críticos siempre encuentran para ellos intenciones más complejas_ Dice el periodista.
_Gabriel responde_ Si existen, deben ser inconscientes, pero puede suceder también que los críticos al contrario de los novelistas, no encuentran en los libro lo que pueden, mas si lo que quieren.
_Sin dar importancia a lo que dicen los críticos, la novela es mucho más que una recuperación poética de sus recuerdo de infancia, ¿usted no dijo una vez que la historia de los Buendía podía ser una versión de la historia de América Latina?  
_ Si pienso que si, la historia de América Latina es también una suma de esfuerzos desmedidos e inútiles y de dramas condenados de antemano al olvido. La peste del olvido también existe entre nosotros, pasado el tiempo en la novela nadie reconoce como verdadera la masacre de los trabajadores de la empresa bananera y nadie se acuerda de las glorias del Coronel Aureliano Buendía.
¿De dónde proviene la soledad de los Buendía?
_ Para mí de su falta de amor, en el libro se advierte que el Aureliano con cola de puerco era el único de los Buendía que en un siglo había sido concebido con amor. Los Buendía no eran capaces de amor, y ahí está el secreto de la soledad, de sus frustraciones, la soledad para mí es lo contrario de la solidaridad.
_En el libro, las locuras corren por cuenta de los hombres, inventos, alquimias, guerras, farras descomunales, y la sensatez por cuenta de las mujeres. ¿Corresponde a su visión hacia los dos sexos?
_Pienso que las mujeres mantienen al mundo en el aire, para que no se deshaga, mientras los hombres intentan empujar la historia.
_Hablemos de las cosas que te gustan_
¿Libro preferido?
_Edipo Rey.
¿Compositor favorito?
_Béla Bartók.
¿Pintor?
_Goya.
¿Directores de cine que más admiras?
_Orson Welles, principalmente por Una historia inmortal, y Kurasawa por la Barba rubia.
¿La película que más le gusto en la vida?
_De crápula a héroe, de Rosellini.
¿Qué otra?
_Jules et Jim, de Truffaut.
¿Cuál es el personaje cinematográfico que le gustaría crear?
_El General de la Rovere, en de un crápula a héroe.
¿El personaje histórico que más le interesa?
_ Julio César, más desde un punto de vista literario.
¿Lo que más detesta?
_Cristóbal Colombo.
¿Sus héroes de novela favoritos?
_Gargantua, Edmond Dantés y el Conde Drácula.
¿El día que detestas?
_El domingo.
¿El color es conocido el amarillo más que tipo de amarillo exactamente?
_El amarillo del mar de las Antillas a las tres de la tarde, visto desde Jamaica.
¿Y su pájaro favorito?
_Es el canard á vorange.
Con este breve ping pong de preguntas y respuesta termina el posteo, de un libro muy rico para comprender la literatura de García Márquez, su formación, sus historias, sus personajes, sus influencias, como lo trata la fama sus manías y supersticiones, así me despido hasta el próximo posteo.

   

   

lunes, 27 de abril de 2015

Cheiro de goiaba, primera entrega, Gabriel García Márquez.



Estando de vacaciones por Rio de Janeiro y paseando por las pintorescas calles de Ipanema me encontré con una librería, mi anhelo era poder conseguir una obra del Bahiano escritor Jorge Amado en su idioma natal pero no conté con tal suerte, fui salvado por un pequeño libro que me cautivo por ser obra de mi escritor favorito y así me hice con este ejemplar en portugués de Cheiro de goiaba, (Olor a guayaba), del laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez, es un pequeño tomo en el cual el autor tiene una cálida entrevista con el periodista Plinio Apuleyo Mendoza del cual no tenía conocimiento, en este libro el escritor interrogado dilucida el por qué de sus historias, sus personajes y su formación como escritor, pasémoslo a ver más de cerca en este resumen que les paso a compartir.
Sus orígenes: Gabriel nació en el pueblo colombiano de Aracataca el que muchos aseguran que encierra al mítico Macondo, cuando él nació  Aracataca se parecía mucho a esos pueblos del lejano oeste, un tren que pasaba, viejas casas de maderas, calurosas calles de tierra y también sus mitos y leyendas, un poco antes de su nacimiento una empresa extranjera muy grande la United Fruit había instalado sus campamentos en el corazón de las plantaciones de bananas y ahí el poblado conoció una era de esplendor  donde  el dinero corría a borbotones, para su abuela doña Tranquilina cuya familia era una de las más antiguas del poblado esa tempestad de rostros desconocidos de barracas en la vías publica, de hombres cambiándose de ropa en la calle, de mujeres sentadas en baúles con paraguas abiertos y mulas y mulas abandonadas muriéndose de hambre en los palenques de los hoteles, representaban simplemente “la oleada” los desperdicios humanos que la riqueza bananera depositaba en Aracataca.
Esta abuela era la que gobernaba la casa e influyo mucho en la literatura mágica que desarrollaría Gabriel, este recordaba esta casa como grande, antigua, con un patio donde ardía en las noches de mucho calor el aroma de un jazminero, de innumerables cuartos donde suspiraban los muertos.
Para doña Tranquilina, cuya familia provenía de la guajira una península de arenas ardientes, de indios, contrabandistas y brujos, no había una frontera muy definida entre los muertos y los vivos, se refería a las cosas fantásticas como ordinarios acontecimientos cotidianos, (No es este acaso el gen del realismo mágico), a medida que fue envejeciendo aquella frontera entre los vivos y los muertos se hizo cada vez más tenue, de modo que acabo hablando con los muertos y escuchando sus quejas, suspiros y llantos. Entre estos muerto que la abuela escuchaba se encontraba aquella tía Margarita que murió muy joven y linda y cuyos recuerdos había de arder en la memoria de dos generaciones, (Esta inspiro a la casi niña hija de los Moscotes que se caso con el Coronel Aureliano Buendía en la novela Cien años de soledad). Gabriel aseguraba que tenía mucho miedo de niño cuando llegaba la noche y comenzaba el desfile de estos fantasmas. Gabriel vivió en la casa de sus abuelos hasta los ocho años mientras sus padres trataban de asentarse en otra ciudad, su abuelo era el Coronel Márquez, un veterano de la guerra civil respetado en toda la región, que en parte inspiraría la historia de El coronel no tiene quien le escriba, que trata de un veterano de la guerra civil sumido en la pobreza esperando una carta que le conceda una pensión  de veterano que nunca llega y quien tiene todas sus esperanzas para su alivio económico puestas en un gallo de riña que le pertenecía a su hijo único muerto por un pleito en la gallera. Estos dos abuelos eran los padres de la madre de Gabriel quien fuera educado en una atmosfera de rigor y severidad propia de las viejas familias de la región marcando de esa manera distancia para los novios inapropiados, el hombre que vino a pedir tranquila y ceremoniosamente la mano de esta joven de nombre Luisa era uno de aquellos forasteros  que provocaban recelo en la familia, Gabriel Eligio García llego a Aracataca como telegrafista después de abandonar sus estudios de medicina en la Universidad de Cartagena, sin recursos decidió asumir ese destino de funcionario público y casarse, la familia de Luisa se opuso esta hija tan bien cuidada y educada no podía casarse con un telegrafista oriundo de un pueblo de personar barullentas y desembarazadas que no tenían el rigor y la compostura de la familia del coronel, para distanciarlos Luisa fue enviada con su madre a un largo viaje pero esto de nada sirvió porque en cada ciudad había un puesto telegráfico y los telegrafista cómplices del pretendiente le hacían llegar los mensaje de amor que este transmitía.  Debido a tanta obstinación la familia de Luisa cedió y los jóvenes se casaron, (Parte de esta historia familiar inspirarían a Gabriel a escribir la novela El amor en los tiempos del cólera).
Volviendo a su abuelo que también sería un gran inspirador debido a que este de muy joven participo de las guerras civiles que los liberales habían emprendido contra el gobierno conservador cuyo soporte eran los latifundistas, el clero y las fuerzas armadas regulares, la ultimad de esas guerras iniciada en 1889 y terminada en 1901 dejo en los campos de batalla cien mil muertos, toda una juventud liberal formada en el culto a Garibaldi y al radicalismo francés, el coronel Márquez combatió en las provincias costeras donde la guerra había sido especialmente sangrienta bajo las órdenes del legendario caudillo liberal el General Rafael Uribe Uribe del cual Gabriel tomaría algunos rasgos temperamentales y físicos para componer el personaje legendario del Coronel Aureliano Buendía. Así fue como se crio Gabriel entre muertos que aparecían y relatos de la guerra que su abuelo siempre le contaba. Gabriel volvió a vivir con sus padres un poco antes de que muriera su abuelo y a los doce años se separo nuevamente de sus padres para completar su educación.
Nos dice el escritor que comenzó a escribir por si acaso, tal vez solo para demostrarle a un amigo que su generación era capaz de producir escritores, después caí en la trampa de continuar escribiendo por placer dice y después en la trampa de que nada me agradaba mas en el mundo que escribir.
En este largo aprendizaje que le fue útil para escribir le preguntan, Gabriel contesta que en primer lugar su abuela, ella me contaba los hechos más atroces sin conmoverse, como si fuera una cosa que acababa de ver, descubrí que esa manera imperturbable y esa riqueza de imágenes era lo que más contribuía para la verisimilitud de sus historias, usando ese método de mi abuela escribí Cien años de soledad, pero quien me permitió descubrir que sería un escritor fue Kafka quien contaba las cosas de la misma manera que mi abuela, cuando leí a los diecisiete años La Metamorfosis descubrí que iba a ser escritor, descubrí con el que existían en la literatura otras posibilidades además de las racionalistas y académicas que había conocido entonces en los manuales del colegio.
Dice el entrevistador, lo catalogan de realismo mágico en Europa temiendo que los lectores europeos acostumbran a percibir la magia de las cosas que usted cuenta mas no ven las realidad que las inspiran, Gabriel dice, ciertamente por que el racionalismo les impide ver que la realidad no termina en el precio de los tomates o de los huevos, la vida cotidiana en América Latina nos demuestra que la realidad está llena de cosas extraordinarias, respecto a esto acostumbro siempre a citar al explorador norteamericano F.W. Up de Graff, que al final del siglo pasado realizo un viaje increíble por el mundo amazónico donde vio entre otras cosas, un arroyo de agua hirviente, un lugar donde la voz humana provocaba lluvias torrenciales, en Comodoro Rivadavia, en el extremo sur de la Argentina los vientos del polo llevaron por los aires un circo entero y al día siguiente los pescadores trajeron en sus redes cadáveres de leones y jirafas, basta abrir los diarios para saber que entre nosotros acontecen cosas extraordinarias todos los días, por eso no hay en mis novelas una línea que no esté basada en la realidad.