viernes, 8 de mayo de 2015

El recurso del método, Alejo Carpentier.



Ya hemos visto un poco de la vida y la obra de Alejo Carpentier en un posteo anterior, hoy les traigo otra de sus prestigiosas obas titulada El Recurso del método, pasemos sin más preámbulos a la obra.
Trata de un dictador de un país del Caribe que llego al poder por la fuerza ocupando el puesto de Primer Magistrado de la nación como al él le gustaba autodenominarse, al comienzo de la obra este se encuentra de paso por Europa específicamente Francia ostenta un buen gusto por la cultura lee lo que está de moda, colecciona pinturas de renombrados artistas y tiene conocimiento y buen gusto musical en especial por la opera clásica. (Tras estos rasgos creo que Alejo Carpentier durante toda la obra desnuda sus conocimientos culturales especialmente lo que más le apasionaba que era la música.)
Siguiendo con este personaje que tiene una hija ya instalada hace tiempo en Europa y que se pasa viajando por esta para experimentar los diversos movimientos culturales que ofrece el viejo mundo.
Durante su estadía en Francia se produce en su país un alzamiento en su contra, este se ve en la necesidad imperiosa de volver y sofocar a los grupos revolucionarios cosa que logra empleando mucha crueldad y desatando la barbarie que quedarían al descubierto por registros fotográficos que llegan a la prensa de su querida Europa, luego de imponer el orden este regresa a Francia y todos los círculos donde este se movía le dan la espalda por haberse revelado mediante la prensa que era un cruel tirano así que se refugia en su casa a esperar que la difamación cese, mientras espera otro acontecimiento lo saca de su estupor ya que en su país el general que lo había ayudado a sofocar las revueltas se levanta junto a un grupo de las fuerzas armadas y debe así el Magistrado volver a su país para combatir este alzamiento cosa que logra sin mayor esfuerzo y decide embarcarse nuevamente al viejo mundo ya cansado de su mala reputación acontece un hecho que lo deja en un segundo plano y se les vuelven a abrir las puertas de la alta sociedad francesa un acontecimiento tan magno como el desencadenamiento de la guerra mundial, esta guerra fue crucial en su imagen por que demandaba muchos suministros y el con su país se pone a la vanguardia para proveer a las tropas europeas con su materia prima y primordial como el azúcar esto realza mucho su imagen y además comienza a hacer rico y prospero a su país que comenzó a crecer de una manera muy rápida reflejada en el cambio de una imagen de un pueblo desarrollado a una gran ciudad, este para pasar a la inmortalidad proyecta la construcción de un gran edificio público que cuente con todos los lujos y así con el país tan prospero llega la noche de inauguración del edificio con gran cena y gala, este debido a los festejos cambia el horario de su rutina debido al jolgorio que vivió durante la noche y cuando se encontraba descansando suprimiendo su rutinario baños matutino a la hora exacta en el que este se debía encontrar en la bañera estalla una bomba en el baño destruyéndolo todo, lo salvo la borrachera de la noche anterior confiesa y ese era el primer indicio de que algo grande se estaba metiendo en su país nada más ni nada menos que las ideas comunistas encabezadas por Lenin y Marx.
Al terminar la guerra mundial y todavía en los albores del progreso un gran movimiento cultural se metió en el país venían todas las estrellas de Europa que viendo pobreza y desolación en el viejo continente desembarcaron buscando mejores oportunidades en el prospero nuevo continente, toda la temporada de la opera se estaba desarrollando con total normalidad hasta que se hicieron estallar petardos en las funciones provocando asi el pánico en el publico debido a estos atentados se decidió dar fin a la temporada y el primer Magistrado mando a construir una gran prisión para albergar a los marxista que andaban metiéndoles ideas a la gente se estaba finalizando ese proyecto cuando una mala noticio puso en jaque el explendor económico que venía teniendo el país  el precio del azúcar se desplomo en el mercado internacional, el carnaval llego justo a tiempo para esconder un poco la crisis pero vino con algo de fondo en el pleno paroxismo de la fiesta un grupo de arlequines cubiertos por mascaras abrieron fuego contra la policía acompañados por otros atentados perpetrados por otros grupos disfrazados produciéndose así el llamado  alzamiento revolucionario y así la represión policial y militar invadió las calles para sofocar el desfile quedando por disposición presidencial suspendido el carnaval y la prisión modelo llena de mascaras.
Con el fin de la guerra mundial también entro al país la invasión cultural yanqui, Hollywood remplazo a las estrellas europeas y también cambio la literatura la música y el arte, todos estaban fascinados por los nuevos inventos y al llegar la navidad bajo protesta de los curas la cultura escandinava arraigada ya en los Estados Unidos se metió en cada casa con un árbol nevado de navidad y un santa Claus que nadie conocía y que lo relacionaban con san Nicolás que nunca tuvo nada que ver en su vida con regalos y jugueterías. También vino el germen a instaurarse en las escuelas donde se remplazo el francés por el ingles y más tarde llegando a las pascuas entro al país la invención de la huelga, empezó por el paro insólito de unos braceros en el ingenio América que se negaron a aceptar unos vales canjeables por mercancías en pago de sus jornales. Pronto, el movimiento se extendió a todos los centrales azucareros. Los guardias rurales, los guardias montados, las guarniciones provincianas, fueron movilizados, pero nada podían contra hombres que ni manifestaban ni alborotaban, que no alteraban el orden público, sino que permanecían quietamente en los portales de sus viviendas, negados a trabajar. Esta huelga fue ganada por el Magistrado, pero al poco tiempo empezaron la suya los mineros, seguidos por los estibadores y los cargadores, en el mapa de la República los brotes de rojez aparecían de repente, sin previo anuncio, aquí y allá, en el Norte, en el Sur, nada podía detener esta epidemia, de nada servían las amenazas de las autoridades, las gentes habían cobrado conciencia de la tremenda fuerza de la inercia.
Se culpaba de todo esto a un agitador denominado como El Estudiante, que sonaba más de la cuenta, activo pero invisible, era el instigador, el organizador de todo aquello y no andaba solo, eran muchos los que adoptaban sus tácticas. Era todo un ejército embozado, móvil, inteligente, lleno de ocurrencias y de perfidia, el que ahora actuaba en todas partes, para desorganizar lo organizado, desarticular los mecanismos administrativos, tener las autoridades en perenne sobresalto, y sobre todo, mantener un creciente clima de alarma. Aunque el movimiento de liberación afirmaba que los extraños sucesos que inquietaban a la ciudadanía no se debían a acciones comunistas. Los verdaderos revolucionarios no son hombres de bochinches ni mariqueras.
Lo malo pensaba el Primer Magistrado es que el pueblo atribuye al Estudiante cuanto ocurre aquí y así se está volviendo un mito algo así como un Robin Hood y a la gente les encantan esas historias, la gente lo veía como una suerte de reformador combatiente, defensor de pobres, enemigo de ricos, azote de corrompidos, recuperador de una nacionalidad alienada por el capitalismo. Y estaba de malos ánimos el Primer Magistrado cuando llegó la sorpresiva noticia de que el Estudiante, hallado donde menos podía estar, había caído preso tontamente, sin resistencia ni gloria en una alcabala del sur donde dos guardias se habían extrañado de que en una carreta de caña viajara un machetero sin callos en las manos.
En el encuentro que tuvieron el Primer Magistrado y el Estudiante, hablaron sobre la revolución y los atentados, negando el Estudiante que estos provinieran de su agrupación, que ellos lo querían vivo para tumbarlo por un movimiento popular y para que no recaiga el poder sobre un militar, finalizando la reunión el Primer Magistrado le dio la opción de exilio al Estudiante el cual se negó y luego lo advirtió despidiéndolo de que si no se iba en los siguientes días sería asesinado donde se lo encontrara.
Y un día la ciudad amaneció en silencio, se desato la huelga general y el mandatario furioso mando a avisar reprimendas si no se abrían los locales  dentro de dos horas, el pueblo hizo caso omiso y el mandatario mando al ejército a ametrallar todas las vidrieras y el pueblo siguió en silencio y las paredes amanecieron al otro día pintadas con tizas con el lema “Que se vaya”, como estrategia el Magistrado fingió su muerte haciendo correr la noticia y el pueblo salió feliz a la calle hacia una emboscada donde el ejército lo reprimió a tiros avanzando sobre los cuerpos heridos y sobre los muertos.
Y amaneció otro día y esta vez despertó el Magistrado solo en el palacio acompañado por su hombre de confianza y su concubina y recibió la visita de un cónsul norte americano que le ofrecía como  último recurso una fuga hacia Europa y así disfrazado de herido escapo en una ambulancia hacia el brazo protector de los Marines yanquis quienes aguardaban instrucciones en la costa, se echo a descansar y al despertar se entero que su hombre de confianza que lo había acompañado durante tantos años se había ido con los revolucionarios y que siempre había sido un opositor filtrado en su más intimo circulo y que era el artífice de las explosiones de petardos que consternaban a todos en el palacio, por fin pudo escapar hacia Francia y allí rodeado por un amigo, su hija y su concubina vivió sus últimos años deteriorándose poco a poco hasta que los alcanzo la muerte.   
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario